Reseña de Dollface

Título: Dollface.

Título original: Dollface.

Autora: Renée Rosen.

Editorial: Kiwi.

Páginas: 408

Fecha de publicación: 2014

Saga: No pertenece.

América en los años veinte era un país lleno de vida; con la salvaje diversión del Jazz, los bares clandestinos y un nuevo tipo de mujer: las flappers.

Vera Abramowitz está decidida a dejar su delicada infancia atrás y vivir una vida más emocionante, una que su madre jamás habría soñado. Meneando su peinado, mostrando sus rodillas, la belleza de labios pintados deslumbra, bailando charlestón en clubs nocturnos y ganándose el apodo de «Cara de muñeca»

La verdad es que este libro no me llamaba a atención para nada, pero una amiga me lo prestó y decidí probarlo, a ver qué tal.

Vera deseaba independizarse para alejarse de su madre, pero cuando empieza a compartir piso con su amiga Evelyn y no puede llegar a fin de mes por los gastos, se da cuenta de que no es lo que esperaba. Consigue llamar la atención de unos gángsteres. Aunque su vida se vuelve tan apasionante como ella siempre ha querido, esto solo tapa el crimen y la violencia.

Este tipo de temas no es lo que más me apasione leer, pero la trama ha sido ágil a pesar de que en algunas ocasiones se me ha hecho un poco pesado.

Vera aparece como una niña buena al principio, pero poco a poco, progresivamente, va cambiando poco a poco. 

Tony y Shep son los amantes de Vera y cada uno pertenece a una mafia distinta. Ambos son polos opuestos pues, mientras uno es apasionado el otro es más protector.

El romance de la historia es un triángulo amoroso, pero que está resuelto casi desde el principio pues se sabe bien a quién elegirá Vera.

El final de la historia no es el "happy end" al que estamos acostumbrados, aunque últimamente parece que se va cambiando y los escritores deciden matar a gente que nos puede hacer daño.

En definitiva, ha sido una lectura para pasar un buen rato, con una historia llena de alcohol, drogas, sexo y romance, pero que se podía haber enfocado de otra manera.

-No eres de las que sonríen muy a menudo, ¿verdad?

-Si fuera tú, no me quedaría mucho más tiempo merodeando por aquí.

-A veces hablo con ella, antes de irme. Siempre dejo una piedra sobre su lápida.