Reseña de Violet y Finch.

Gracias a la editorial por el envío del ejemplar.

 

Título: Violet y Finch.

Título original: All the Bright Places.

Autora: Jennifer Niven.

Editorial: Destino.

Páginas: 398

Formato: Tapa blanda con solapas.

Fecha de publicación: Mayo de 2015

Saga: No pertenece.

Violet está rota. Finch está roto.

¿Pueden dos mitades rotas reconstruirse?

Esta es la historia de una chica que aprende a vivir de un chico que pretendo morir; de dos jóvenes que se encuentran y dejan de contar los días para empezar a vivirlos.

La verdad es que no sé qué fue lo que me llamó de este libro, lo que sí sé es que una vez que lo empecé me costó dejar de leer.

Tras un suceso algo macabro, Violet conoce a Finch y entre viajes para un trabajo de Geografía empieza a surgir entre ellos una amistad que más tarde se transforma en amor; sin embargo, los fantasmas de ambos flotan sobre ellos para ponerle bastantes trabas a su relación.

El libro tiene una trama muy ágil, es un poco plano en cuanto a giros se refiere hasta casi llegando al final, que parece que la historia da un giro de 180º.

Violet es la típica chica popular, con un novio envidiable y amigas populares y pijas; pero la muerte de su hermana ha hecho que ella se replantee un montón de cosas y ya no quiere seguir llevando esa vida. Ahí es donde entra Theodore Finch, el típico chico raro, agresivo y marginado con el que todo el mundo se mete, pero que en realidad tiene buen corazón. Este tiene dos hermanas, Kate un año mayor que ella y que va mucho a su bola, pero que siempre que Finch tiene alguno de sus problemas ella está allí para ayudarle y Decca, una niña pequeña que no tiene mucha relación con su familia.

Todos estamos solos, lo cual forma parte del problema. Todos estamos solos, atrapados en el interior del cuerpo y de la mente, y sea cual sea la compañía que podamos tener en esta vida, no es más que pasajera y superficial.

El romance de la historia es instantáneo por parte de él, pero a ella le cuesta bastante más por sus prejuicios hacia Finch.

El final de la historia es todo lo opuesto a lo que me esperaba, me imaginaba que sería completamente distinto pues ambos se lo merecían, Finch es un chico atormentado que por fin encuentra la felicidad junto a Violet.

No estás solo.
No es culpa tuya.
Tienes la ayuda al alcance de tu mano.

La pluma de la autora me ha gustado, pues es fresca y ágil y nos cuenta problemas muy típicos en nuestra sociedad como el suicidio adolescente, la marginación, la bulimia, los prejuicios y las falsas apariencias como lo que realmente es, como realmente aparecen en el día a día.

Lo que menos me ha gustado ha sido la actitud de Violet en muchas ocasiones, sobre todo al principio, pues a pesar de que ella dice que no sabe como puede haber sido amiga de gente como Amanda, Ryan y Roamer, ella también se muestra reacia a todo lo relacionado con Finch solo porque es distinto, ni siquiera quiere que nadie la vea hablando con él por lo que puedan llegar a pensar hasta que este consigue hacerle abrir los ojos y eso me parece una cosa muy repugnante.

Me gustaría prometerte días perfectos, pero nunca seré un Ryan Cross.

En definitiva, se trata de un libro con una historia de amor muy bonito, lleno de ilusiones y desilusiones que, a pesar de que algunos tópicos que aparecen en él y de que me ha hecho llorar un poco, merece sin duda la pena leerlo.