Reseña de Noches Robadas.

Título: Noches robadas.

Título original: Stolen Night.

Autora: Rebecca Maizel.

Editorial: Puck.

Páginas: 308

Formato: Tapa blanda con solapas.

Fecha de publicación: 2014

Saga: La Reina Vampira #2

Reseña de Días Eternos

Un nuevo año comienza. Una nueva oportunidad de alejar el mal de mi vida. Pero nada es tan sencillo como parece...

El año pasado, el amor de mi vida murió ejecutando un ritual para cumplir mi deseo y convertirme en humana. Yo he practicado el mismo rito con mi amigo Vicken. ¿Por qué he sobrevivido?

La magia que utilicé no sólo convirtió a  Vicken en humano. También atrajo a una persona que no pertenece a este sitio. Ella también quiere el ritual. Y me quiere ver muera. Y está dispuesta a acabar con quien se interponga en su camino...

Como si eso fuera poco, el ritual ha convocado la fuera de los cuatro elementos, los poderes más inmensos de la Tierra. 

Han decidido aplicarme un castigo insoportable. Siento que he visto el sol por primera vez y luego ha sido arrojada a una celda. Ahora debo de hacer una elección imposible: entre el amor y la vida, entre el deseo y la posesión, entre el presente y el pasado.

CONTIENE SPOILERS DEL LIBRO ANTERIOR.

Le tenía bastantes ganas a este libro, pues quería continuar la historia. Sin embargo, la pereza y las malas críticas que había leído de este libro me echaron bastante para atrás.

Lenah ha sobrevivido al ritual y descubre que Rhode también. Sin embargo, las cosas no les serán tan buenas como ella pensaba, pues el ritual atrae a los cuatro elementos, quienes les imponen un castigo a cumplir, y también atraerá a alguien del pasado de Lenah que hará lo posible por conseguir el ritual.

El libro tiene una trama ágil que me ha enganchado desde el primer momento, a diferencia de lo que pasó con el anterior, este me lo he leído en dos días, pues no podía parar.

Los personajes siguen siendo los mismos que en el libro anterior y no vemos ninguna diferencia en ellos, a excepción de Justin. Yo le noté que se comportaba un poco diferente con Lenah a como se comportaba antes, pero lo achaqué a que sus apariciones eran más breves. También vi una clara "evoluciñon" por así llamarlo en Vicken, quien ha vuelto a ser humano y no se comporta de manera despiadada. Tiene ciertos aires de chulería pero le he visto bastante diferente (para mejor) a sus apariciones en el libro anterior y en los recuerdos de Lenah.

Conocemos mejor a Rhode, pues había sobrevivido al ritual y se matriculó en Wickham. Aunque él sí que guarda cierto aire con los recuerdos que Lenah tiene de él, ahora aparece como más atormentado y taciturno y en algunas ocasiones me ha llegado a poner nerviosa.

El romance de la historia ha dado un giro de 180º. Lo que tendría que seguir siendo una bonita relación entre Justin y Lenah cambia el día en que ella regresa a Wickham antes de las vacaciones de verano, pues vuelve a ver a Rhode, vivo, y le declara su amor delante de Justin, lo que hace que aunque lo intenten, su relación ya no se ve igual que antes.

El final de la historia me ha dejado sin palabras, es más, mi próxima lectura será la tercera y última parte de la  trilogía, pues me ha dejado impactada. Sinceramente, nunca me imaginé que lo que se desarrolla en esos últimos capítulos pudiera ocurrir y me ha tenido con el corazón en un puño y llorando un poco.

<<Mal haya quien mal piense>>

En esta ocasión, no puedo decir que haya algo que me haya gustado menos, pues me ha encantado el libro desde la primera palabra hasta el último punto de la historia, si no me hubiera acabado la trilogía de Las tejedoras de destinos, sin duda alguna este sería mi libro favorito del mes.

En definitiva, se trata de una continuación de saga que mejora sin duda una gran trilogía, con una trama fresca y ágil y que, sin duda alguna, se va a mis mejores lecturas del año.

 

-¿Pensaste que estarías a salvo en pleno día? ¿Pensaste que estarías segura rodeada de gente? La luz del día no me asusta en absoluto.

-¡No puedo! Jamás te abandonaré, Lenah. Pero no puedo amarte, no de este modo.

-Te dije que esta noche te concentraras en mí. Que si eras capaz de concentrarte en el amor que sientes por mí... podrías liberarte. Pero ahora veo que eres incapaz de hacerlo.

¡Feliz día del libro!